viernes, 23 de noviembre de 2012

LA PECULIARIDAD

   Cada vez que nace un nuevo ser asistimos a algo "maravilloso", ese ser siempre es ´"único e irrepetible". No existen dos pinos iguales ni dos zarzas idénticas, por mucho que se parecieran, si lo miras en detalle cada uno tiene su PECULIARIDAD. En el caso de los seres humanos y los animales (un ser humano es como un animal con ordenador de a bordo) la PECULIARIDAD ya no sólo afecta a su apariencia física (que ya es irrepetible) sino también a su "forma de ser". Podríamos decir que el "mundo" es la suma de las "peculiaridades" individuales.
   Sin embargo, solemos "ordenar" el mundo no por "peculiaridades" si no por "generalidades" (los perros, los pinos, las rosas, los niños, etc.) Sin duda esto tiene una función práctica para comunicarnos entre nosotros con cierta eficacia, pero las palabras sólo "describen el hecho" nunca "son el hecho". Esto "crea" una "tendencia" a "creer" que todos los perros son iguales por que ladran, lamen y van a cuatro patas. Todos los pinos son iguales porque tienen hoja perenne, dan piñas y son altos, etc.
   Si los seres pertenecientes a la misma especie fuéramos idénticos ¿Como se nos podría reconocer? ¿Como distinguirías tu perro del de la casa de al lado? ¿Como sabrías cual es tu hijo cuando vas a buscarlo al colegio? ¿Como reconocerías el camino a tu casa si todo paisaje fuera idéntico? Etc. Sin embargo actuamos como si la PECULIARIDAD no existiera, ya que solemos decir: Me dan miedo los perros, los niños son pesados, los hombres son así, me encantan los pinos, etc. Si la PECULIARIDAD es nuestro mayor tesoro, la "normalidad" sería su "asesina"
   Si todo ser posee una PECULIARIDAD única e irrepetible, en el caso humano resulta abrumador, ya que al ser seres muy complejos (poseemos una mente capaz de extender nuestras identidades) somos aún mas "peculiares".
   En esto subyace "el drama humano", seis mil millones de seres humanos cada uno con su PECULIARIDAD y una especie de "voz en off" que habla de lo que "sería normal" o de lo que no lo sería. Cuando un niño comienza a "configurar su mente" escucha a su entorno hablar de normalidad, costumbres, etc. en definitiva un "modelo" de lo que debiera ser y un "modelo" de lo que no debiera ser. El niño (vulnerable y dependiente) acata esos "modelos" (tanto el bueno como el malo) e intenta acercarse al bueno y alejarse del malo para así sobrevivir.
   Amenudo en esa "acción" el niño encuentra "diferencias" entre lo que debería o no sentir, hacer, decir, etc. y lo que de un modo natural sentiría, haría o diría. A ese proceso llamamos educación (de nuevo es sin duda algo práctico y necesario para vivir en sociedad) pero corremos el riesgo de confundir lo "práctico" con lo "real".
   Cuando somos adultos ya ni recordamos nuestra PECULIARIDAD la cambiamos por un "modelo de normalidad" y sufrimos cuando nos alejamos del "modelo" y nos sentimos bien cuando nos acercamos. Esa es la causa de que amenudo conseguimos (tras años de esfuerzo y lucha) cosas que creíamos que nos cambiarían la vida y pasado un tiempo vemos que nada cambió. Entonces volvemos a esforzarnos y a luchar por otra cosa (en el mejor de los casos) o caemos en el victimismo y la queja y nos quedamos ahí.
   Nos encontramos ante un gran reto, ¡¡¡Reivindicar nuestra PECULIARIDAD y reconciliarnos con ella!!! Para esto será necesario (ni mas ni menos) que "negar" completa y absolutamente nuestros pasados ya que están "condicionados por el modelo". Si pensar es "activar la memoria del pasado", negar el pasado será ¡¡¡No pensar-se!!!
   Olvidamos la capacidad mas "sagrada" que poseemos como humanos "la creatividad". Si Dios es la "creación", crear será un "acto divino". Es la "creatividad" lo único que puede "devolvernos" nuestra legítima PECULIARIDAD, pero debemos tener en cuenta que ser "creativo" equivale a "innovar", es decir, a hacer algo nuevo (algo carente de modelo) La mecánica de este proceso sería así:
     ...De niño me dijeron "no interrumpas cuando hablan los mayores"
     ...De ello aprendí que el mundo no gira sólo alrededor de mi y aprendí a respetar al otro.
     ...De adulto sentí miedo por pensar o sentir diferente que la mayoría (costumbre)
     ...Mi pasado me sugería "no interrumpas a los mayores" y mi miedo crecía.
     ...Observé que a mas reprimía mi manera de "ver" mas crecía mi insatisfacción.
     ...Al crecer la insatisfacción comenzaron a producirse desórdenes en mi vida.
     ...Un día me pregunté como podía ser "yo mismo" y a la vez "no interrumpir al otro"
     ...Desde entonces esa pregunta se quedó a vivir conmigo.
   Ese es el único modo de vivir la PECULIARIDAD ya que tanto derecho tienes tu a tu PECULIARIDAD como yo a la mía. Con las "peculiaridades" atascadas que nos causan todo tipo de problemas como: Aislamiento, tristeza, adicciones, desórdenes alimenticios, etc. (todo son compensaciones que nos damos a cambio de falsearnos y no ser auténticos) operaríamos del mismo modo, por ejemplo:
     ...Siento que soy "competitivo" y que me encanta ganar en todo lo que hago.
     ...De niño se me dijo que no siempre puede uno salirse con la suya.
     ...Del intento de reprimir mis "ganas de ganar" he obtenido el tabaquismo y la tristeza.
     ...Reivindico que mi naturaleza quiere no sólo ganar sino también salirse con la suya.
     ...Ahora me pregunto ¿Como puedo ganar siempre y no chocar con mi entorno?
     ...Veo con claridad que "ganar siempre al otro" será imposible.
     ...También veo con claridad que se puede "ganar al otro" o también "ganarse a uno mismo"
     ...Ahora me permito ser "competitivo" constantemente, a veces con el otro y otras conmigo.
     ...Desde que me permito ser como soy "competitivo" obtengo excelentes resultados.
     ...Unas veces te "gano a ti" y me salgo con la mía.
     ...Otras me "gano a mi mismo" y también me salgo con la mía dejando que ganes tu.
   Todo éxito en la vida viene de ser "peculiar", aceptar esa PECULIARIDAD y "transmutarla" en algo productivo, beneficioso y saludable a todo nivel...Eso significa el SAT NAM que tan amenudo "cantamos" a la vez que lo "ignoramos y tememos" como si del mismísimo demonio se tratase.
  

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