sábado, 22 de mayo de 2010

LA METÁFORA DE LA VENTANA

Hola de nuevo. Esta semana propongo un juego, se trata de "retirar al yo" de las situaciones que vivamos. Es decir, cuando una situación se presenta, lo que solemos hacer es "pensar en nosotros" con respecto a la "situación", o en otras palabras, intentamos "adaptar" la situación a lo que creemos son nuestras preferencias. Lógicamente "esa" actitud provoca una incesante actividad mental (que es fuerza) para "ver" la manera de "adaptar" lo que ocurre a lo que "creemos debiera ocurrir".


Por otro lado, existe la posibilidad contraria...adaptarnos nosotros a lo que ocurre. La vida es clara con respecto al tema, pongamos como ejemplo a la lluvia, cuando llueve somos "libres" de responder, mojarnos, protegernos con un paraguas, quedarnos en casa, etc. Lo que no podemos es pretender que sea la lluvia quien se adapte a "nuestros" planes.

El tema es "atención". ¿donde colocamos la atención cuando algo sucede? Cuando llueve, ¿donde colocamos la atención? en nuestras "necesidades" o en el "hecho" de que llueve. Observa que al "colocar" la atención en las "necesidades propias", no solo nunca conseguiremos que deje de llover, sino que obtendremos un "aumento" de actividad mental (fuerza) que con su naturaleza "circular" no nos llevará a "acción productiva". Por otro lado, al poner la "atención" en el "hecho" lluvia, el pensamiento ya no es fuerza. Este se "posiciona" en un segundo lugar, es decir, primero lo sentidos corporales nos informan que llueve y entonces el pensamiento se torna "creativo", ¿como puedo adaptarme al hecho "lluvia"? poniendo así nuestros intereses personales en un segundo lugar.

Evidentemente, es fácil hacer "eso" con la lluvia, tenemos muy claro que nos pongamos como nos pongamos, la lluvia es inflexible y sólo "ella" decidirá su intensidad y duración. Pero, ¿hacemos lo mismo con los temas que nos afectan de otro modo? Veamos: Si mi esposa me comunica su "intención" de poner fin a nuestra relación, ¿acepto esa decisión como "hecho" e intento adaptar mi "acción" a ese hecho? o ¿intento convencerla de que su "decisión" es un error para que se "adapte" al "hecho" de que "yo" no quiero? (lo cual es fuerza) Si la semana que hoy comienza está llena de trabajo, reuniones y citas varias y "yo" siento muy cansado, ¿acepto ese "hecho" e intento adaptarme a él, aún teniendo en cuenta "ese" cansancio? o ¿comienzo a "pensar" que cosas puedo mover, anular, deformar o simplemente expresar queja de ello? (fuerza de nuevo) Si una visita (difícil de echar) como tu madre, viene a "pasar unos días" contigo justo en un momento que "preferirías" intimidad, ¿aceptas lo de que "madre solo hay una" y piensas como seguir "atendiéndote" a pesar de estar ella ahí? o ¿comienzas a hacer todo tipo de cosas desagradables "pensando" que así se irá? (que de nuevo sería fuerza)

Como siempre, mi intención no es "dogma". La verdad es que no puedo (ni quiero) saber "lo correcto". No tengo ni idea de que "debes" hacer con tu esposa, tu trabajo o con la pesada de tu madre. Eso es ¡¡¡asunto tuyo!!! Únicamente te propongo "investigar". Una semana de "jugar" a poner la "atención" en el "hecho" y después (si quieres) en tus intereses. Es como "ver" el "hecho" como a un "maestro" y cuando la "lección" del "maestro" nos parece "desagradable", no intentar "destruir" su "lección" poniendo así nuestros intereses por delante.

Quizá te ayude una visualización: Imagina que te acercas a una ventana, te apoyas suavemente en su marco y descansas la vista en "aquello que ves". Quizá en principio oigas en tu mente...oh que bonito, amo la primavera o mira la luna, que hermosa. También podría ser al revés,,,que edificio tan feo, mira cuanto humo, etc. En ambos casos el "yo" está presente y primero (antes del "hecho" que ves)...vayamos mas allá, afinemos la atención mas y mas en el "hecho" que vemos...y aún mas...hasta "ver" el "hecho" que vemos sin ningún movimiento mental, sin juicios (ni buenos ni malos ambos son juicios) La "atención" se "identifica" con el objeto "observado" hasta el punto que el "yo" (que observa) y lo observado se "funden" en la misma cosa. Al no existir "separación" entre el que observa y lo observado (entre el "hecho" y mis "preferencias") no puede haber resistencia (que es fuerza) Vemos ahí la "ilusión" de la separación. Del mismo modo en que observador y observado son la misma entidad, también lo son el "hecho" y mis "preferencias"

Como siempre "filosofar" al respecto, no sirve absolutamente de nada. Practica (como un juego) "alterar" el orden en que habitualmente colocas la atención. Cogiendo el dicho popular, "el hombre propone y dios dispone" (que bien entendido es perfecto, como los campesinos, pero entendido desde una mente ambiciosa y tozuda, es la "misma semilla del infierno") ¿donde coloco la "atención" primero? Habitualmente primero (tal como dice el refrán) está "mi" propuesta y luego el tozudo intento de convencer a Dios de que "disponga" algo que se parezca a mi propuesta coño. La "otra" manera (la que esta semana propongo) es primero escucho lo "que Dios dispone" y luego lanzo mi propuesta (acorde a "esa" disposición) no de un modo "resignado" sino "creativo", es decir, una vez acepto la "disposición" del "hecho", mi propuesta irá lo mas cercana posible a mis "preferencias".

La paradoja es que al "cambiar" el orden, no sólo veo la "compatibilidad perfecta" entre "disposición" y "propuesta" sino que "aprendo" que "preferencias" son mías y cuales son aprendidas.

Sin mas me despido de vosotros, agradeciendo como siempre (hoy mas que nunca por cansancio) que estéis ahí "exprimiendo" y evitando las tremendas ganas que tengo de explicar mi vida al sofá...¡¡¡os quiero!!!

domingo, 16 de mayo de 2010

EL "DESEO", LA "FUERZA" Y EL "ESCAPE"

Hola de nuevo, esta semana la propuesta tiene tres protagonistas que "trabajan" juntos: El "deseo" , la "fuerza" y el "escape". Mi intención es "ver" como se relacionan entre si, ya que cada uno por su cuenta son "inofensivos" pero juntos son como un vecino ruidoso que no nos deja dormir. Para "ver" como operan juntos, veamos que le sucedió a Juanito.


Juanito paseaba tranquiliamente por la calle, iba pensando en sus cosas cuando pasó por delante de una tienda de bicicletas (el ciclismo es su deporte favorito) ahí vio ¡¡¡la bici perfecta!!! Una hermosa bici blanca y roja. Juanito entró en la tienda y la tocó, sintió su robustez, su suspensión y la suavidad del sillín. Todo encajaba a la perfección, ahí Juanito sintió un enorme "deseo" de hacerse con la bici. Sólo faltaba preguntar el precio y lo hizo...3.000€...¡buf! eso es mas de lo que me puedo permitir...Preguntó: ¿Existen facilidades de pago?...Si, 1.000€ de entrada y el resto en dos años. Juanito salió a la calle a "pensárselo". Si conseguía esos 1.000€ de la entrada, el resto ya lo pagaría de su sueldo. Si, definitivamente, si quería la bici, así que ahora la cuestión es como me hago con 1.000€ y ¡lo antes posible!.

En ese "como lo hago", se inicia la colaboración de la "fuerza" con el "deseo". Deseo la bici y busco como conseguirla ("fuerza").

Los días siguientes fueron muy duros para Juanito. Todo lo que hacía o dejaba de hacer estaba íntimamente relacionado con su decisión de hacerse con la bicicleta. Ya no iba a tomar la cervecita con los amigos (hay que ahorrar). Pidió hacer horas extra en su trabajo y eso le tenía muy cansado. Se vendió la colección de comics (uno de sus tesoros) por cuatro cuartos en el mercado de St. Antoni. Empezó a pedir dinero prestado a amigos y familiares (cosa que no ayuda a la popularidad) Se discutió con la novia, ya que Juanito le propuso coger parte del dinero del piso (a lo que la novia dijo no)...Juanito llevaba tres semanas "dale que te pego" con el tema...¡¡¡no pensaba en otra cosa!!!

Tras tres semanas, Juanito juntó menos de la mitad de lo que necesitaba. Le cogió un buen "cabreo" y se fue a su casa "enfadado con el mundo" ya ni jugaba con su perro, solo quería la dichosa bicicleta. Y ya ves, a este paso, cuando tenga los 1.000€ ya la habrán vendido. Estaba tan enfadado que al final se dijo: Ah si eh, pues ahora verás, me voy a comer al restaurante mas caro del barrio, luego me compro el mejor puro y me voy al fútbol en taxi y cuando se acabe el partido...¡¡¡de juerga!!! (ahí está el "escape")

Al día siguiente, Juanito se despertó fatal. Tenía una buena resaca de la juerga y se había gastado en un día lo que tardó tres semanas en reunir. Además ninguno de sus amigos le llamaba (les había "taladrado" con el tema bici) Llamó a su novia pero ésta seguía enfadada y encima, al día siguiente había comprometido un montón de horas extra. Juanito pensó: ¡¡¡todo esto por culpa de la dichosa bicicleta!!!

Pero...¿tiene la bicicleta la culpa? ¿que Juanito quisiera conseguirla tiene algo de malo? ¿es posible erradicar el "deseo" por cosas tan naturales como la salud o la abundancia? ¿reprimir nuestros "deseos" no acaba fortaleciéndolos?

Si lo investigamos, vemos como constantemente "apreciamos" cosas que nos gustan. Un hermoso rostro o cuerpo, un bonito coche, una casa con un verde jardín, el olor de una panadería, etc. y eso no nos causa conflicto alguno. Otra cosa es cuando "pienso" en algo que me gustó y a través de ese "pensamiento" (que es pasado, pensar siempre es pasado) busco el como conseguirlo. Ese "pensar" como conseguir, es a lo que yo llamo "fuerza". A partir de ahí, la "distorsión" afecta a todas las facetas de nuestra vida. Es como algo que se extiende "tiñendo" nuestras relaciones, nuestros estados anímicos, la salud, la vitalidad y en definitiva, nuestras acciones, Cuando la "fuerza" se añade al "deseo" es como "darle de comer". El "deseo" crece y se apodera de todo el sistema. Como vivir así es muy desagradable, el "escape" en la forma que sea, aparecerá.

Hay actualmente una tremenda variedad de "escapes", los mas evidentes: Drogas, alcohol, juego, etc. y los mas aceptados: El fútbol, la televisión, cualquier tipo de entretenimiento, etc. Pero también funcionan como "escape" cosas mas sutiles: La preocupación por los hijos, el interés en la política, estar siempre "planeando" cosas, el sentimentalismo, la pareja y toda suerte de cosas (espirituales incluidas) que proyectamos fuera de nosotros.

Cabría preguntarse si usamos esos "escapes". Si la respuesta es honesta será un ¡¡¡SI!!! Entonces, ¿que sentido tiene escapar y de que me escapo? Evidentemente me escapo de "mi mismo" y ¿que sentido tiene? Sólo puede ser como un "descanso" temporal. Uno sólo necesita "descansar" temporalmente de "uno mismo" cuando algo produce cansancio y ese algo sólo puede ser la "fuerza".

La propuesta es "retirar" la "fuerza" y no el "deseo". Es como si Juanito ve la bici, se enamora de ella, la prueba, pregunta el precio y...sigue con su vida como si tal cosa (sin negar que sería estupendo tenerla) Si esa bici ha de ser para el, lo será...la vida se encargará de ello.

Amigos, veo en la "espiritualidad" un peligro cuando "conceptualizamos". Se dice ¡cuidado con el deseo! es el origen del sufrimiento. Pero, se le puede pedir a una madre que no desee salud para sus hijos, se te podría pedir a ti que no desees tener tus necesidades básicas cubiertas o se le puede pedir a los amantes que no se deseen. Claro que cuando una madre se pregunta ¿como hago para "asegurar" la salud de mis hijos? caerá inevitablemente en la preocupación. Cuando tu te preguntas ¿como puedo "asegurar" mis necesidades básicas en el futuro? Caerás inevitablemente en la avaricia. Cuando el amante se pregunta ¿como puedo conseguir que esta atracción tenga continuidad? Caerá inevitablemente en los celos y el control. Te recuerdo que esa preguntita, ¿como puedo conseguir...? es el inicio de la "fuerza"

La apreciación de lo hermoso (de lo que nos gusta) sea un cuerpo, una moto o un plato de raviolis, no tiene nada de malo, de hecho, esta apreciación viene del "amor". Cuando "pensamos" (que es pasado) en el "como" conseguir, añadimos "fuerza" y solo se hace "fuerza" cuando no se "confía" es decir, cuando se tiene "miedo".

Si "aceptas" lo que "deseas" (apreciación) pero dejas de "pensar" en que hacer para conseguir, verás que de un modo natural te acercas a lo "apreciado", ya que "eso" está vivo en ti. Si al mismo tiempo "echas un vistazo" a tus "escapes", verás que no hay tanta necesidad de "escapar" ya que la verdadera razón de "escapar" es vivir basado en la "fuerza".





Aprovecho una vez mas para recordar el curso en Vilartimó este próximo fin de semana, aunque aún no se muy bien que vamos a hacer, si se que "removeremos" cosas y nos divertiremos.

Saludos Juanito...ay...Juanjo

lunes, 10 de mayo de 2010

¡¡¡SER TOTAL!!!

Hola otra vez, hay un "dicho" que me encanta: Si quieres oír reír a Dios, explícale tus planes. También John Lennon hizo célebre una frase al respecto: La vida es "eso" que te sucede mientras tu haces "tus propios planes". Ambas frases nos recuerdan a un refrán popular de todos conocido: "El hombre propone y Dios dispone".
La semana pasada te hablaba de "improvisar" o "cumplir". Muchos de vosotros me contestasteis, confirmando así, el interés del tema. Este fin de semana la vida, generosa ella, vino a echarme "un capote" acerca del tema. Me fui con mis chicas (hermana y sobrina) a Ibiza a pasar el día, el "plan" era de lo mas sencillo...playa, comer, ir de compras y a la noche tranquilamente volver a Barcelona. El caso es que "un volcán" de "no se donde" le dio por "escupir" ceniza y cerraron aeropuertos. Ya ves, las chicas y yo "deambulando" por la isla "buscando" la manera de volver.

En mi mente "sonaban dos canciones" simultáneamente". La una decía: Acepta y relájate...estás en una preciosa isla, no pasa nada. La otra decía: Es que tengo cosas que hacer en Barcelona, mi perra está sola, tengo trabajo pendiente, etc. A mis acompañantes les sucedía lo mismo, por una parte bien, playita y tranquilidad y por otra, las dos tenían cosas que "atender" el domingo. Y claro...esto de vivir con una pierna en cada lado, al final produce "dolor de entrepierna". La sensación no era "limpia", una "distorsión" estaba presente todo el rato. Aroma a "incertidumbre" que ni te dejaba relajar en "lo que era" ni te permitía "actuar" ya que el tema no dependía "enteramente" de nosotros.

Al final la opción fue clara, si se puede, preferimos volver. Así que improvisamos todos los recursos para intentar volver, barco, avión, levitación o lo que fuere y...¡¡¡no hubo modo!!! El caso es que mientras hacíamos el "intento" fue divertido. Ahora nos "tocaba improvisar" como y donde nos quedábamos tal como íbamos...¡¡¡sin nada!!! Unos amigos nos acogieron en plan "refugiados" en su casa...improvisamos y también fue divertido.

Ahora, aquí escribiéndote en mi casa y tras dormir 10 horas del tirón, la "jugada" se ve muy clara. Los únicos momentos desagradables del día, coinciden exactamente con la "incertidumbre" que provoca "indecisión". En este caso en particular, el "desenlace" no dependía de nosotros, pero a mi me inspiraba para "aplicarlo" a otros temas de la vida cotidiana donde si depende de uno decidir que hacer. Todo esto me recuerda un cuento viejo:

...Un perrito abandonado y "listo como el hambre" llega a un valle. Un río amplio y caudaloso corta el valle en dos. A cada lado del río, hay un monasterio donde viven monjes en comunidad. El perrito, artista como todos los perritos cuando tienen hambre, aprendió que al oír la campana de uno de los monasterios, los monjes comían. El animal se sentaba a "mirar" con carita de pena y, como no, conseguía que los monjes repartieran su "escasa" comida con el. Cuando "eso" se instaló, el perrito quiso saber si al oír la campana del "otro monasterio" también habría comida. Se atrevió a cruzar a nado el ancho y caudaloso río e investigó...¡¡¡zas!!!...si, la campana del "otro monasterio" también anunciaba la comida...el perrito repitió con éxito la estrategia, ahora tenía dos comidas al día y eso es ¡¡¡estupendo!!!.

El animal vivía bien, incluso había engordado. Había trabado una "tierna" amistad con los monjes de ambos monasterios, su vida transcurría dulce y suave. Una mañana soleada, el perrito dormía al sol cuando escuchó el "tañir" de la campana del monasterio al otro lado del río. Como siempre, se lanzó a la agitada agua del río y justo cuando estaba a la mitad, ahí donde las aguas son mas turbulentas, escuchó tañir la campana del otro monasterio, el que dejaba atrás. Se quedó como congelado, no quería perderse ninguna de las dos comidas. Pero claro, quedarse ahí, justo donde el agua es mas agitada.......Así que nadaba unos metros adelante y "pensaba" en lo que "dejaba atrás". Se arrepentía y retrocedía unos metros "pensando" de nuevo en lo que perdía. Tras unos cuantos "intentos" la corriente se "aprovecho" de la "indecisión" del perrito y lo engulló.

¿Te suena?...Seguro que si. Viendo esto...¿que podría haber hecho el perrito? ¡¡¡sólo ser total!!! Si trasladamos esto a nuestras vidas, ahí donde hay dos o mas orillas para elegir, ser "total" aunque sea para equivocarse. Amenudo es mejor equivocarse que "pensar" y "congelarse" en los "si fuera así o asa como sería". Ser "total" en lo que uno decide, significa decidir asumiendo la "totalidad" de las consecuencias que emanen de tal decisión (por mal que fuera, siempre te tienes a ti y a tu respeto por "serte" fiel) y cuando hay confusión y ésta no te deja ver claro...¡¡¡no luches!!! tu no vives en un río, así que ¡¡¡se "total" en tu confusión!!!

Esta es la propuesta: Una semanita donde ser "total". Es decir, eliminar las dudas e indecisiones (cuando sea posible) por ejemplo: Uff iría a yoga pero tengo pereza...o voy o no voy, lo que no hago es gastar energía "pensando" en la acción acertada. Me invitan al cine, mmm no se, no se...pues digo si o digo no, todo menos "pensar" como habría sido si hubiera hecho lo otro. Y cuando "eliminar" dudas e indecisión no está a nuestro alcanze por la "magnitud" del tema, se "total" en la indecisión, no "pienses" en "solventar" lo "insolventable"...acepta la confusión, céntrate en ti, no malgastes tu energía haciendo "cálculos en el aire". (para estar en el medio del río, donde la "corriente" es mas poderosa, necesitarás de "toda" tu energía) Cuando esto sucede, "lo insolventable" solo nos queda el "ahora", ya que ahí...¡¡¡nunca hay conflicto!!!