"CARGANDO EL CESTO DE LA VIDA"......UFFFF

   HOLA:

   Veo que ahí llega Juanito y de veras tengo una pregunta para él: ¿Que se hace cuando te "sientes" des-bordado, cuando parece que no "llegas" a todo y ni siquiera sabes porqué?
   - Hola Juanito, ¿Escuchaste mi pregunta?
   - Hola amigo, si, si escuché tu pregunta...aunque en verdad son dos las preguntas, una es el "que" se hace cuando uno "siente" des-bordado y la otra es el ni siquiera saber porqué, ¿No es así?
   - Bueno, diríamos que son dos "lados" de la misma pregunta.
   - Mira amigo, desde el mismo momento en que nacemos comenzamos a "cargar el cesto de la vida". Date cuenta que cuando eres un bebé eres absolutamente vulnerable y dependiente. Es lógico pues que por una razón de "pura supervivencia" investigues el entorno para "asegurar-te" los cuidados que necesitas. Al no "saber" nada del "mundo", simplemente no "cuestionas" sólo tratas de "asegurar-te" que todo vaya bien y lo haces tratando de "complacer"...ahí empieza el drama.
   - Ostras, ¿Drama nada mas nacer? ¿Exageras?
   - Ja ja ja...no, no exagero en absoluto. Lo que sucede es que "ese complacer" no es un acto "consciente" sino un modo "instintivo" de "encajar-se" en el entorno. Por ejemplo si el bebé pone una carita y eso hace gracia a papá y mamá, el bebé adopta "eso" como estrategia (no consciente) para sentir-se seguro. A eso es a lo que llamo "cargar el cesto de la vida".
   - Pero ¿Que tiene que ver eso con sentir-se desbordado? Yo ya no soy un bebé y no creo que intente complacer a nadie.
   - Amigo, este es un tema complejo y quizá un cuento sea mucho mas "ilustrador" que una larga y sesuda disertación:

                   "CARGANDO EL CESTO DE LA VIDA"


     ...Una niña hizo un viaje a un lejano y extraño lugar. Antigua, así se llamaba la niñita, tenía miedo de no ser capaz de realizar ese viaje...era sólo una niña.
     ...Su mamá, la sra. Angustias y su papá Don Precavido Caución le dijeron: Ves con mucho cuidado, en el mundo hay personas muy malas y si te descuidas te pueden hacer mucho daño.
     ...Antigua tenía cada vez mas miedo y llorando dijo a sus padres...¡¡¡no quiero ir de viaje!!! yo no quiero que me hagan daño...¿Que puedo hacer para estar segura?
     ...Fue entonces cuando Angustias, su mamá, le dio un bonito cesto de mimbre y le dijo: No te preocupes, para estar segura sólo tienes que llenar este cesto con todo lo necesario.
     ...Antigua preguntó: ¿Pero que cosas tengo que poner en el cesto? Yo no se el tipo de cosas que puedo necesitar, no conozco el territorio que cruzaré en el viaje.
     ...Para eso están tus papás cariño. Nosotros "si" hemos hecho ese viaje y "si" conocemos las cosas que necesitarás...tranquila, tenemos tiempo antes de tu partida.
     ...Y así fue pasando el tiempo...Cuando le pidas algo a alguien le debes decir...gracias...eso te servirá para que la gente que te encuentres diga: ¡¡¡Que niña tan mona!!! y entonces te ayudarán.
     ...Antigua iba metiendo en el cesto todos los consejos de sus papás, eso le hacía sentir mas segura. Además Antigua tenía la sensación de que cuando "guardaba" los "consejos" en su cesto, la querían mas.
     ...Cuando veas a alguien mayor le llamas de usted. Los que tienen pelo largo no son de fiar. Que no te importe trabajar en tu viaje...eso "dignifica" hasta las niñas. Si alguien "insiste" en ayudarte...no te fíes. Si algún chico quiere cogerte la mano...pregúntale sus intenciones...etc...etc...etc...
     ...Y llegó el día en que Antigua partió. El cesto estaba tan repleto que pesaba un montón y eso la hacía sentir segura...incomoda pero segura.
     ...Pronto comenzaron los problemas: Amenudo pasaba algo y por mucho que buscara  y rebuscara en su cesto, no encontraba el "objeto" ideal, entonces Antigua preguntaba a alguien y metía la respuesta en su cesto...una y otra vez...el cesto pesaba mas cada día.
     ...Antigua no entendía nada...por mucho que se "esmeraba" en usar correctamente su cesto, su vida era "cansina" y "predecible", entonces llamaba por teléfono a su mamá Angustias y lloraba un poco...
     ...Angustias le decía: Hija mía, no te preocupes, lo que llevas en el cesto es todo lo que necesitas para tu viaje, no hagas nada de nada sin él.
     ...Pero la cosa iba de mal en peor, amenudo se discutía con otros por los contenidos de los cestos...hay gente que lleva en el cesto cosas horribles, incorrectas...¡¡¡Asquerosos!!!
     ...Y cada vez mas cosas al cesto...cada día mas...y mas...y mas...hasta que un día el fondo del cesto cedió y todas las "precauciones" rodaron por el suelo.
     ...Entonces Antigua se sentó y dejó de caminar por un buen rato...tenía demasiado miedo para seguir su viaje sin su "cesto de seguridades".
     ...Al principio estaba muy asustada pero poco a poco "algo" se fue tranquilizando en el corazón de Antigua. Quizá al "parar", al sentir no "tener que llegar"...no se...era como algo "liberador".
     ...Tras un tiempo de "parar", Antigua decidió continuar su viaje. Pero ahora que no tenía su cesto, no sabía muy bien hacia donde ir y que hacer...¡¡¡Que miedo!!!
     ...De repente Antigua descubrió que no saber donde ir ni que hacer tenía una enorme ventaja: Al carecer del "catálogo" de lo bueno y lo malo...sentía tremendamente libre y ligera...¡¡¡Que bien!!!
     ...Pronto sintió tan bien caminando libre y sin prisa, que comenzó a decir a todo el mundo ¡¡¡Probar-lo!!!
de verdad uno se siente muy bien..."soltar" los cestos y disfrutad...
     ...Pero a los otros viajeros la propuesta de Antigua les pareció fatal...una niña sin su cesto no puede ser de fiar...bien seguro que es mala, sucia y...¡¡¡acabará fatal!!!
     ...Al final Antigua decidió comprarse un cesto nuevo, pero esta vez no lo llenó con nada, simplemente lo llevaba para no ser atacada por los otros viajeros...¡¡¡Que descanso!!!
     ...Cuando Antigua caminaba y se cruzaba con viajeros víctimas de sus cestos, sentía lástima pero no les decía nada...Antigua aprendió el sentido de "la compasión".

   - Amigo, "el cesto" es tu mente, los contenidos del cesto son tus "creencias" y en vez de relacionar-nos con los otros, nos relacionamos con sus cestos...y si los contenidos "difieren"...¡¡¡Guerra!!!
   - ¿Y mi pregunta inicial?
   - Verás, cuando uno se siente des-bordado, es "su cesto" el que se está des-bordando. Un hombre "sin cesto" no se cansaría jamás ya que no se siente obligado a hacer o no hacer. Cuando entiendes esto, ves con toda claridad que "parar" toda acción (que pertenece al cesto) es la manera. Tras un rato de "no hacer", aparecerá lo que "quieres" hacer...no lo que dice "el cesto" que "deberías".
   - Te entiendo...pero en esta vida a veces es muy difícil parar ¿Como se hace entonces?
   - Amigo, es tu mente quien debe parar. A ver si te vale esto: Si quiero saber de donde viene el viento, tengo que quedar-me muy quieto aunque sea un instante, entonces "sentiré" con claridad la caricia del viento en mi piel.
   - Bueno, pues esa sería la propuesta: Una semanita donde parar toda acción (mental) y donde mi "mantra" favorito "ya se verá" suene con frecuencia, para "ver" así la verdadera dirección de lo que "quiero".
   En lo que nos une a vosotros, ni Juanito ni yo queremos que haya "cesto"