martes, 5 de abril de 2016

   UN CLAVO EN UNA RUEDA

   Tenía mi abuelo una carreta de esas viejas, de la que tiraban dos viejos caballos...
    Un día un clavo se clavó en la madera de una de las ruedas de una manera profunda...
    Mi abuelo intentó quitarlo, pero estaba tan profundo que al final desistió...
    Tampoco parecía tan importante, sólo que ahora al rodar se oía un clack-clack...
    Claro que junto con el nuevo sonido, también se producía un sutil bote...
    Y aunque el bote era casi agradable, hacía que el cuerpo de mi abuelo botara también...
    Y de tanto botar (mi abuelo usaba a diario la carreta) empezó a notar un dolor en el costado...
    Como mi abuelo era un hombre resuelto, colocó un cojín en el asiento para mitigarlo...
    Y continuó paseando en su carreta, pero observo que los caballos estaban inquietos...
    Se acercó a ellos y vio que a los dos les había salido una herida en el bocado...
    A pesar de lo casual de que ambos se hubieran herido a la vez, siguió sus paseos...
    También se dio cuenta de que los tornillos de la carreta se comenzaban a aflojar...
    Pero él los apretaba y continuaba con su andar sin dar mas importancia al tema...
    Un día de repente se rompió el eje de las ruedas, y lo arregló...
    Otro día fue el asiento y otro la caja de carga. Por si fuera poco los caballos enfermaron...
    Y aunque mi abuelo era un hombre resuelto, sabía cuando rendirse y pedir ayuda...
    Así que fue a ver al tonto del pueblo, que como era tonto entendía de estas cosas...
    Y el tonto del pueblo nada mas ver la carreta cogió unas tenazas y sacó aquel clavo...
    Desde entonces, ni clack-clack, ni heridas en el bocado, ni dolor lumbar...
    Tampoco hubo mas tornillos que se soltaban o caballos que enfermaran...

    MORALEJA:
    Revisa que se ha "clavado" en tu vida, porque aunque parezca una tontería puede estar afectando a          
    tu completa existencia...

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