viernes, 23 de mayo de 2014

LO TUYO...LO MIO

                   LO TUYO Y LO MIO 


   Una de las "falacias" de la cultura humana es la creencia en la "separación" entre las individualidades de la existencia.
   Si observamos nuestro cuerpo, parece cierta "esa separación" ya que no es lo mismo un riñón que un corazón, sin embargo si falla uno de los dos, el otro falla también y ello nos muestra que en el fondo todo está unido y conectado...esa sería la definición de energía.
   Al ser la mente humana "dual", "binaria" le cuesta mucho comprender los "términos medios" en los que reside la realidad. De ese modo o bien se cree que somos "individualidades separadas" o se pasa a creer que al ser "uno" con "todo" que ese"todo" trabaje para el "uno" y eso tampoco es así.
   La tremenda dificultad del "trabajo interior" reside ahí: Eso no, pero lo otro tampoco. Dado que podemos decir que "la espiritualidad" nació con el "ser", podemos afirmar que nuestra especie humana lleva miles de años intentando encontrar el "punto justo" entre lo tuyo y lo mío para generar esa sensación de bienestar que en sánscrito llaman "sat chit ananda".
   De Sócrates a Sri Aurobindo...de Platón a Krishnamurti...de E. Tolle a Advaita Vedanta...de la medicina tradicional china a la Ayurveda, etc. han existido "mentes brillantes" que nos han intentado transmitir el hecho de la "unidad del ser" y su "peculiaridad". Como "eso" ya lo han hecho con tanta lucidez y claridad, el que escribe prefiere hacerlo desde un pequeño cuento:

       UNA TRAVESIA POR EL DESIERTO

   ...Hubo un hombre que decidió emprender una arriesgada aventura, cruzar en solitario el desierto, desde donde comenzaba la arena yerma hasta un oasis que volvía a dar la vida...
      ...Aquel hombre cargó con toda el agua de la que podía soportar el peso, sabedor de que hasta el oasis (muchos días de marcha) no existía ninguna fuente...
      ...Se le informó a aquel hombre que por el camino encontraría nómadas, beduinos, tribus, etc. y que eran tremendamente hospitalarios, ya que compartían lo suyo con los viajeros...
      ...Al mismo tiempo se le advirtió que podía compartir alimento y refugio pero que no aceptara el agua, ya que ese agua que bebían esas gentes, era tóxica para los extranjeros...
      ...De tanta higiene y asepsia que consumimos los que vivimos en "la civilización", nos hemos debilitado para las cosas naturales como el agua de aquellas gentes...
      ...Cuando el hombre comenzó su viaje, todo era alegría e ilusión. Era invitado por los viajantes del desierto a comer y a dormir, pero él sólo consumía su propia agua...
      ...Cuando pasaron dos semanas de viaje, su agua comenzó a escasear y con ello cierta preocupación apareció. Comenzó a racionar su agua aunque sabía que pronto se acabaría...
      ...Fue ahí donde aquel hombre empezó a valorar sobre las advertencias que le hicieron acerca del agua que le ofrecerían los viajantes del desierto, será verdad o algo exagerado...
      ...Aún así siguió sin aceptar agua de las gentes incluso cuando la suya ya se acababa, de hecho estuvo varios días sin beber y sin aceptar el agua ajena...
      ...Fue entonces cuando aquel hombre sintiéndose desfallecer, se arriesgó y bebió del agua que con todo amor le brindaban y descubrió que era cierto, su cuerpo enfermó...
      ...Faltando aún días para llegar al oasis del agua sana, aquel hombre sintió que tenía que decidir entre una sed que le podía matar o un agua que le quitaba la sed pero lo mataba igual...
      ...¿QUE HARIA USTED?